Por Herman Aguirre
La carrera por limpiar una de las industrias más sucias del planeta, la del acero, debe comenzar ahora si aspiramos a reducir nuestro impacto y evitar un desastre climático. Pero ¿podemos hacer grandes cambios en los procedimientos de obtención o precios en una industria basal de nuestra “modernidad”? Edificios, puentes, barcos, armas, electrodomésticos…todo contiene acero.
En su último libro, Bill Gates destaca y advierte la creación de acero y cemento como los principales emisores de gases con efecto invernadero. Esta situación es especialmente compleja cuando ambos elementos son fundamentales para que las economías avancen y urbanicen sus espacios públicos. Si así lo hicieron USA y Europa el siglo pasado ¿Con qué moral impedírselo al mundo en desarrollo? Pregunta retórica que puede tener un sinnúmero de respuestas.
La industria del acero, después de la generación de energía, es el sector que más produce dióxido de carbono. Esta rama industrial representa entre un 7 y 9% de las emisiones de combustibles fósiles directas de acuerdo a las cifras de World Steel Association.
Total de emisiones de CO2 por sector industrial (fuente: Anual Review: https://www.annualreviews.org)
¿Por qué se produce tanto CO2?
Para lograr acero (aleación de hierro y carbón) es necesario fundir hierro en "Altos Hornos" con temperaturas aproximadas de 1.000 °C. El hierro, que puede ser Fe2O3 o Fe3O4, es mezclado con carbón bituminoso (coque) y caliza.
Las reacciones químicas dentro del horno alto son:
Para producir hierro elemental es necesario un alto nivel de energía. La fuente más barata en el mundo es y seguirá siendo por mucho tiempo más el carbón. Esta situación hace que el proceso sea muy dependiente de esta variable energética, generando un desincentivo a cambiar por una metodología más cara ¿Estamos dispuestos a pagar por un procedimiento verde? (Recomiendo revisar el concepto "Green Premiums" descrito por Bill Gates en Cómo evitar un desastre climático)
Desde un punto de vista de mercado, la demanda por acero ha empujado el precio más del doble en los últimos 6 meses (a abril de 2021), graficando su importancia en cualquier tipo de recuperación económica que el planeta lleve acabo. Post Pandemia y con China creciendo un 18,3% en el primer trimestre del 2021 esto es notoriamente cierto.
¿No deberíamos bajar el consumo para cumplir con nuestras propias intenciones, acuerdo de Paris por ejemplo? Los número dicen todo lo contrario.
Fuente: Financial Times con datos de S&p Global Pltatts.
¿Realmente podemos alcanzar neutralidad del carbono? Difícil. Si no tenemos un quiebre tecnológico importante en la generación de acero, la meta carbón 0 se arranca de las manos a paso enérgico.
Con plantar arbolitos no nos alcanza. Necesitamos ciencia e ingeniería para resolver este problema.
Fuentes:
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